Tema 1: Equipo 1

Verónica Vázquez escribió:Resulta interesante las interrogantes que formulas Adrianita cuando mencionas ¿Por qué los alumnos no son reflexivos? ¿Por qué no proponen? ¿Por qué no funcionan las actividades con ellos? Pienso que es un reto docente en el terreno educativo, fomentar un ambiente reflexivo, dinámico y didáctico. Aunque parece no siempre ser interesante las estrategias que se emplean durante el quehacer docente, ya que en ocasiones saben como un pan sin mermelada, es decir a veces no son las más idóneas, quizás esto se deba porque las estrategias no son tan significativas para el alumno, recordemos que cada individuo tiene una manera particular de aprender,  y de alguna manera eso provoca que las actividades planeadas no funcionen. Pienso hace falta lo que el autor Rivilla menciona en algún momento un escenario de co-responsabilidad compartida, es decir un ambiente reflexivo en el proceso de enseñanza-aprendizaje, que además transmita gotitas de perseverancia, despertar la atención y encontrar la técnica adecuada para el empleo de estrategias en un espacio dinámico de interés y equitativo.

roberto diaz escribió:3. ¿Cuál de los modelos se apega más a lo que tu haces en tus clases?

En mi clase los alumnos son protagonistas de crear su propio conocimiento, ellos realizan actividades individuales y en equipo, nada más oriento, guió las actividades, aunque en ocaciones interactuo como integrante de los equipos, es decir protagonizamos el aprendizaje, por este proceso que realizo con mis alumnos considero que me apego más al modelo activo-situado

Mauricio Torres Gordillo escribió:La perspectiva que considero más afín a mi labor como docente es la profesional-indagadora toda vez que mi trayecto formativo se ha orientado a la comprensión de los factores que afectan al proceso de enseñanza-aprendizaje, así como al interés y a la búsqueda en medios informativos de las expectativas cambiantes de la sociedad, reflejadas en tendencias expresadas a través de los medios masivos de comunicación y particularmente, a través de las redes sociales.

Entre las teorías que presenta Medina Rivilla para comprender la complejidad de la formación docente me veo mayormente identificado con la teoría artística, la cual argumenta que la enseñanza “requiere ser pensada y desarrollada desde la originalidad” en el entendido que la relación docente-estudiante es cambiante y afectada por la incertidumbre que caracteriza al mundo actual.

La interacción docente-alumno se manifiesta también irrepetible puesto que se asume la diversidad entre los estudiantes, así como la naturaleza espontánea y diferente en el proceso de estímulo-respuesta que surge en la relación docente-grupo en general y docente-estudiante en particular.

Finalmente, en lo que respecta al modelo que se apega más a lo que hago, me ubicaría en el comunicativo-interactivo de Titone (1986), el cual se clasifica en 3 fases que son inherentes a la misma práctica docente: 1) de actuación, 2) de ejercitación y 3) de control.

Dichas etapas o fases, además de estar presentes en la misma práctica educativa pueden servir como referente para evaluar nuestro desempeño frente a grupo y observar si se le está motivando, si existe o no comprensión de los alumnos, si es preciso repetir el tema, identificar de qué forma es más adecuado revisar y/o corregir las tareas y con qué herramienta se evaluará.

Mauricio Torres Gordillo escribió:

ADRIANA ARGUELLO escribió:Tratando de hacer un análisis lo más consciente posible, considero que mi práctica docente sienta sus bases en el Enfoque Socio- político o crítico, y con esto no quiero adornarme diciendo que mis alumnos son los niños más críticos y reflexivos del país, sin embargo, el trabajo que ellos y yo realizamos en el aula va encaminado siempre al análisis y reflexión de lo que acontece a nuestro alrededor, siempre he dicho que dialogar con los estudiantes no es una pérdida de tiempo, al contrario, es aprovechar esa curiosidad natural de los niños (en mi caso alumnos de primaria), aprovechar sus dudas, sus ganas de saber, de aprender y experimentar, estoy convencida que los estudiantes ya son seres críticos, ya son analíticos, solamente necesitan la estimulación adecuada para que dejen surgir esa capacidad y ahí es donde entra la importante labor del docente, que muchas veces impulsa y otras opaca esas ganas de conocer.
Llama mi atención que el autor menciona que en este enfoque se pretende devolver a la enseñanza su verdadero poder transformador, ¡qué gran compromiso! Estoy convencida que desde nuestros salones de clase podemos innovar, podemos transformar, debemos arriesgarnos, no pretendamos que nuestros estudiantes sean personas emancipadoras si nosotros constantemente estamos repitiendo patrones.
Medina menciona otro aspecto muy importante: la enseñanza es una actividad crítico-conflictiva, que mejor manera de formar a los alumnos que a través de la crítica y el conflicto, cuando nos conflictuamos es cuando realmente razonamos y buscamos incansablemente todas las soluciones posibles.
Estos 3 aspectos: dialogar, conflictuar y reconocer las capacidades de los estudiantes, considero que son parte de mi práctica docente y por ello puedo ubicarme desde ésta perspectiva.

Como docente puedo pensar que el enfoque socio-político tiene mayor impacto entre estudiantes de un nivel superior que ya han desarrollado y adquirido cierto bagaje cultural a través de la misma convivencia que han tenido en sociedad, lo que les ha permitido además ubicarse y situarse en determinado estatus y reconocerse como integrante de un sector social en particular.

Lo que es un hecho es que, desde los primeros años en la escuela, se puede hacer conciencia entre el grupo de estudiantes para analizar y reflexionar sobre los problemas que aquejan al entorno más cercano del alumnado y promover en ellos un activismo incipiente que a futuro les permita ser partícipes de las decisiones que se toman en su colonia, municipio o estado.